Una veintena de turistas y vecinos de Monteagudo de las Vicarías asistieron ayer a la inauguración de una nueva exposición en las salas del Castillo de la localidad rayana del Alto Jalón. Los comisarios de la exposición, Miquel Tugores y Judith Cuba, estuvieron presentes en un acto presidido por el alcalde rayano, Carlos González. Una extensa muestra colorista de obras de Street Art cuentan la historia de las civilizaciones ibéricas a través de la técnica del graffiti. La nueva exposición, del artista internacional Gutu Ajayu, podrá visitarse en las salas de exposiciones rayanas hasta el 28 de octubre.
Hasta aquí, todo parecería dentro de una normalidad que, seguramente, se alcanzará en el centro expositivo que ha creado el Ayuntamiento de Monteagudo de las Vicarías a fuerza de empeño. Sin embargo, la de este sábado no fue una inauguración cualquiera. Más allá del artista – el boliviano Gutu Ajayu, Primer Premio Identity 2021 en el Reino Unido-, de sus obras rompedoras de Street Art que nos hacen viajar por la historia de las civilizaciones en la península Ibérica, del simbolismo de todo esto mezclando protección y preservación de la historia y el patrimonio con modernidad y mirada al futuro… más allá de todo esto, estaba el inicio de una nueva etapa después de deshojar la margarita en busca de una dirección artística para el Castillo de Monteagudo de las Vicarías.
La Fundación DEARTE/Medinaceli DEARTE, y el Ayuntamiento de Monteagudo de las Vicarías, estrenaron ayer acuerdo de colaboración mediante el que la fundación presidida por Miquel Tugores, aportará su experiencia de 15 años trabajando por dinamizar el medio rural del Alto Jalón a través del Arte y la Cultura desde el Palacio Ducal de Medinaceli. Salvando las distancias, la pretensión de cara al medio plazo es convertir la dinámica del Castillo rayano en lo más parecido al Palacio Ducal de Medinaceli.
Resultados probados, trayectoria certificada y objetivo de trabajar sin buscar negocio más allá del que se genere para la hostelería de la localidad y para otros nuevos emprendimientos que prentenden hacer surgir alrededor de la actividad expositiva y de eventos de las salas del Castillo de la Recompensa. Ayer no estuvo la ministra, pero sí se respiraba el afán de no buscar protagonismo para cedérselo a quien lo tiene de verdad, la villa de Monteagudo de las Vicarías, uno de Los Pueblos más Bonitos de España, su patrimonio eco-cultural, completado con una actividad que permitirá seguro incrementar el tiempo de estancia de los cada vez más visitantes, a la par que generar noticia, presencia en internet (donde los turistas buscan qué ir a ver) y reconocimiento para atraer emprendimiento, y por ende, población.
En eso se centraron ayer los discursos del alcalde, Carlos González, y del presidente de DEARTE, Miquel Tugores, señalando ambos que «esta es la primera de muchas». De hecho, ya tienen en la recámara la siguiente a estrenar, después de que el próximo 28 de octubre, se descuelguen de las paredes las obras de Gutu Ajayu, de las que ya pudimos disfrutar en el II Aniversario de El Alto Jalón, y que además tienen un simbolismo muy especial, muy encuadrado con lo que representa el Castillo de la Recompensa y la historia de esta localidad y de todo el Alto Jalón. Algo que también será pretensión de la nueva dirección artística de las salas del Castillo. Y es que no se trata de programar exposiciones porque sí, sino que «todo tiene que tener un sentido y una intención», tal y como dice Tugores, convencido de que «en esta etapa, vamos a ayudar a que crezca el turismo, haya oportunidades para que se atraiga población, y también a que se asiente la que tenemos, trabajando mucho con los niños y niñas del colegio para que vean que en el pueblo también se puede trabajar alrededor del mundo de la Cultura».
La colaboración entre el Ayuntamiento de Monteagudo de las Vicarías y la Fundación DEARTE/Medinaceli DEARTE, supone además un nuevo puente de unión entre Los – dos – Pueblos Más Bonitos de España que tenemos en el Alto Jalón. La apuesta por la protección y promoción del patrimonio, por la Cultura y el Arte como dinamizadores de un turismo cultural que pretende utilizarse como palanca para frenar la rueda de la despoblación son algo común también en las dos villas. Ambas cuentan con cronistas oficiales que mantienen viva su memoria, y con apuestas de las administraciones por proteger el legado de sus antepasados, además de por la proyección al exterior para «ser noticia en el Mundo», tal y como es la ambición de Miquel Tugores. Una nueva etapa se abre en Monteagudo que, con Medinaceli, pretenden ser motores de un cambio de rumbo en la deriva de la España de las oportunidades.
