Sábado 23 de abril a las 19:00 horas en el Palacio Ducal de Medinaceli
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La actriz Rosa María Alfonso, César Gil y su grupo EL BARRACÓN, de la Universidad Complutense de Madrid, hacen una LECTURA DRAMATIZADA de algunos de sus textos tanto breves como dramáticos. La presentación corre a cargo de Rosa Burillo.
Alfredo Castellón (Zaragoza 1930- Madrid 2017), pionero de TVE, empieza como realizador en los Estudios de Paseo de la Habana en octubre de 1956, al poco de haberse iniciado las primeras emisiones.
Enseguida se especializa en Dramáticos. Entre ellos, los famosos ESTUDIO 1 de los que dirige más de 400. Alfredo inicia el programa BIOGRAFÍA con documentales sobre Azorín, Machado y Ramón y Cajal. Luego vendrían el Costa y los dos dedicados a María Zambrano.
Es suya la idea de MIRAR UN CUADRO, programa que dirigió in situ, metiendo las cámaras en el Museo del Prado de Madrid. Ganó el Premio Europa por la dirección del largometraje LAS GALLINAS DE CERVANTES, el galardón de mayor prestigio que jamás haya obtenido RTVE. La película se emitió con éxito en repetidas ocasiones en Francia, Alemania y los Estados Unidos.
Él llevaba a Televisión la técnica adquirida en el Centro Experimental de Cine de Roma. A Roma llega con una carta de Luis García Berlanga para Antonioni pero, interrumpido el rodaje de LE AMICHE, Julián Cortés Cabanillas, corresponsal de ABC en Roma, le facilita el ingreso en la Escuela de Cine. A través de Diego de Mesa conoce a la filósofa María Zambrano que le pone en contacto con los escritores del exilio. Pero su interés por la literatura ya le venía de antes. Escribía en secreto desde los 20 años y la revista Blanco y Negro le publica “El ladronzuelo de Estrellas” en el especial de Navidad de 1954, con Ilustraciones de Goñi.
Al dejar TVE por una dolencia cardíaca grave, comienza a escribir regularmente y publica los que serán sus últimos libros, AQUELLOS PÁJAROS ANUNCIABAN TIERRA (2011), EL RUIDO DE LA MEMORIA (2012) MIS APÓLOGOS (2016), TEATRO REUNIDO (2017), ESCOMBROS SELECTOS (2018), SÓLO CON LO PUESTO (2018). Nunca olvidaba las palabras de aliento de María Zambrano con quien mantuvo una extensa correspondencia, y no dejó de nombrarla todos los días de su vida. Alfredo tenía una personalidad arrolladora, enormes ojos azules, muy trabajador, socarrón y de risa fácil siempre al borde de la carcajada. Se nos fue en 2017 porque, como él mismo dice en uno de sus aforismos, “La felicidad es monótona, por eso no conviene alargarla demasiado”.
Alfredo en TVE, cámara 2